viernes, 27 de septiembre de 2013

Yo y mi introspección...

Extraño tantas cosas todo el tiempo que a veces no me da chance de pensar en otras cosas. Mi vida cotidiana es un constante viaje al pasado. En éstos busco las sensaciones agradables que hayan surgido en el momento del recuerdo. Supongo que es normal, pero también suponen una forma de desconfianza en el presente, una forma de bajar el ánimo, ya que en vez de concentrarte en ser feliz y sentirte bien en el "aquí y el ahora", buscas refugio en las cosas del pasado. Esto me perjudica, ya que me pongo a comparar mis acciones (que se supone no son tan buenas como las del pasado, que son las que me hacen sentir bien) y pienso que ya no soy el que solía ser, o que fue un golpe de suerte.
Parte de ser quien soy es aceptarme, amarme y tener el entusiasmo de convertirme en la mayor expresión de eso que anhelo.
Desde hace pocos días he puesto en práctica un nuevo sistema de vida. Con esto he tratado de reprogramarme, y en vez de pensar en las cosas del pasado para revivir las emociones, pienso menos en ellas pero analizo que me hizo sentir bien para poder emular esos sentimientos. Trato de evitar las cosas que sé que me van a afectar emocionalmente y cuyo resultado me van a hacer recaer en la conducta un poco autodestructiva que llevaba antes.
El venirme solo a Puebla supone un gran paso para mi, y supongo que para muchos de mis compañeros, ya que dejamos nuestros nidos, nuestra zona de confort. Aunque muchos digan "que bien que me fui", "aquí soy libre de hacer y ser lo que quiera", "ya no tengo a mi papá encima de mi todo el día", sé que no hay nada como el desayuno caliente de tu mamá o ver llegar a tu papá del trabajo y poder darle un abrazo, incluso pelear de vez en cuando con ellos!.
Esta experiencia me ha hecho crecer tanto personalmente ya que desde pequeño (como lo dije en clase) mi mamá me metió el PNL hasta en la comida, ella dice que me crió "para la vida", esto para ella significa que me enseñó a pensar por mi mismo, y qué me conviene en cada situación por la que transito. Lo único que me ha fallado durante muchos años es la responsabilidad. Yo sé que tengo que salir bien, sé que tengo que estudiar, sé que puedo salir bien, pero casi nunca hice nada al respecto. Es decir, mi mamá me enseño a como analizar cada situación, pero el actuar (que me corresponde a mi) me había fallado por mucho tiempo. Con esto no quiero decir que ya soy 100% responsable, y que ya no me falla en absoluto, simplemente he estado trabajando más en esa parte de mi vida.
Lo único que me queda por agregar es que disfrutemos cada segundo de nuestra vida, sea bueno o malo, cada uno de ellos nos hacen quienes somos, y si no los apreciamos estaremos perdiendo una pequeña parte de nuestra identidad.

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